Pequeño pero matón. Podría ser el título de cartelera que se merece el Dremel MD1, porque realmente hace honor a su definición. Si lo que estamos buscando es una herramienta pequeña que tenga la fuerza necesaria para poder hacer cortes y pulir pequeños detalles, sin duda este Dremel se lleva el Óscar a ‘Mejor Herramienta Revelación para tu Taller’.
Posee un puerto tipo C de 5V con el que poder cargarlo y un juego de siete puntas perfectamente adaptables a los trabajos más enfocados a pequeñas superficies, como por ejemplo una placa base. En este aspecto, es bastante pequeño para la medida habitual de su familia -no hay más que ver los dremel más convencionales del mercado-, pero esta característica lo dota de un manejo especial y un ajuste a nuestra mano que trasmite la sensación de estar trabajando con un bolígrafo.
En general, ¿qué podemos extraer de esta herramienta para decantarnos por ella? Os detallamos algunos puntos a favor -y alguna pequeña contra- del Dremel MD1.
Análisis general
Vamos a empezar por las mejores prestaciones que tiene este accesorio. Como visión global, nos ha resultado muy satisfactorio trabajar con él y el resultado final ha sido más que notable. A destacar tenemos:
- Tamaño. Como hemos comentado, es diminuto en comparación con otros dremel y con unas dimensiones similares a las de un bolígrafo, aunque más ancho.
- Fuerza de actuación. Tenemos tres velocidades de actuación, pero ya solo utilizando la más potente veremos que podemos cortar muy fácilmente las superficies sobre las que trabajamos.
- Variedad de puntas que trae. Con acabado en punta, plana e incluso varias lijas con las que poder perfeccionar zonas después de realizar algún corte. Resultado muy útil por su nos pasamos de más en un corte y necesitamos igualar alguna zona.
- Manejable
También es una herramienta segura. Nos referimos a que, si se diera el caso de que se nos escapara la punta -esperemos que no sea el caso- no hay ningún riesgo de corte a no ser que la punta ejerza mucha presión sobre nuestra mano.
En su contra, si es que tenemos que sacar a realizar algún defecto, podríamos decir que resulta incómodo tener que usar el diagonal para cambiar las puntas del dremel. A diferencia de otros, donde nos vale con sacar la punta, aquí perdemos un poco de tiempo y se puede hacer pesado si queremos utilizar varias puntas para un mismo trabajo. Hace que sea menos práctico, aunque el resultado acabe siendo muy bueno.
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